Por Osvaldo Cáceres González
Arquitecto
Se cumplieron el año pasado diez años del proyecto Fondart al que postulamos con el Instituto de los O’Higginianos de Los Ángeles para estudiar la reconstrucción de la casa de O’Higgins en Las Canteras.
Esta idea venía desde que se fundó el Instituto O’Higginiano de Los Ángeles por don Raúl Garretón, del cual era secretario general don Pedro Sánchez. El señor Garretón nos invitó en ese entonces a Las Canteras, a conocer el lugar donde estaba el castaño que se dice plantó O’Higgins, cuando este se hizo cargo de la hacienda, a su regreso de Inglaterra y donde construyó su casa en 1804.
Esta casa fue destruida durante la Reconquista Española, quemada y destrozada a hachazos, pues era de madera, luego que O’Higgins y su familia emigraron a Mendoza a participar en la formación del Ejercito Libertador, con el cual volvió triunfante en 1817. Pero O’Higgins no volvió a Las Canteras.
El objetivo del proyecto Fondart, presentado en 1998 con el presidente del instituto O’Higginiano de Los Ángeles, profesor Alejandro Mege, fue financiar el estudio histórico, realizado por el profesor Tulio González, así como el estudio arqueológico realizado por el arqueólogo Fernando Brusse y el estudio arquitectónico, por Osvaldo Cáceres González.
En esa oportunidad, se realizaron planos, maquetas, videos y memoria del proyecto. También se hizo un proyecto de paisajismo, a cargo de la Sra. Calonge y se han hecho exposiciones en diferentes lugares de los planos y maquetas. El profesor Pedro Sánchez, quien ahora dirige el Centro Cultural Las Canteras de O’Higgins, ha organizado por tercera vez este año en octubre una feria artesanal en el mismo lugar de propiedad del Instituto O’Higginiano con éxito donde se ha mostrado el proyecto.
Creo que después de diez años de gestión, de exposiciones, etc., estamos llegando a poder materializar el proyecto, del cual está el anteproyecto realizado y el proyecto de la primera etapa, que corresponde la vivienda de la familia O’Higgins queda hacia el norte y posee a ambos lados, al oriente y al poniente, corredores, como los referidos por O’Higgins, cuando vendió la hacienda a Manuela Bulnes, durante su exilio en Lima desde 1823, hasta que murió en 1842.
Ha sido un proceso largo en el que hemos tenido ayuda -eso sí, mucho menos de la solicitada- pues a los antiguos alcaldes de Quilleco no les interesó el tema. Pero el actual ha comprendido la importancia comunal, provincial, regional y nacional de la reconstrucción de la casa de O’Higgins. El Ejército también nos ayudó en la prospección en el lugar cuando estábamos haciendo el estudio arqueológico. Y esperamos que nos siga ayudando más adelante, para la reconstrucción y la mantención de la casa, al igual que lo hizo la Armada nacional con la casa de Arturo Prat en Ninhue, lo que sería un verdadero Centro Cultural para la comuna y la región, dentro de los proyectos de centros culturales que ha propiciado el gobiernos para localidades con mayor a 50.000 habitantes y también para otras menores, como proyectos Bicentenario, aunque se esté planteando con retraso solamente ahora.
El costo de la reconstrucción de la casa no pasa de los 600 millones de pesos, o sea, un millón de dólares. La casa además de lo descrito tendría una bodega al sur de la vivienda misma destinada a un museo de la familia O'Higgins y una capilla que es al mismo tiempo una atalaya hacia el oriente bajo la cual iría una oficina de atención al público y baños, ventas de recuerdos, todo en un solo edificio de madera, techado con tejas. También posee un parque donde se integrará el castaño y un espacio de estacionamiento y de reuniones al aire libre. Al poniente del terreno -que tiene prácticamente una hectárea, 10 mil metros cuadrados- se piensa que debería ser necesario ampliar el terreno, pero eso está en calidad de gestión.
Hay un solo problema en este momento, que está retrasando el llamado a licitación del proyecto definitivo por la Municipalidad de Quilleco a través de ChileCompra, para lo cual hay fondos ya conseguidos regionales. Pero el problema es previo, cuando se compró por el Instituto O’Higginiano de Los Ángeles, éste no tenía personalidad jurídica y tuvo que comprar el Instituto O’Higginiano de Santiago. Se sabe que cuando se recolectó el dinero por el Sr. Raúl Garretón en Los Ángeles, nada aportó el Instituto O’Higginiano de Santiago. Ahora, que dirige el Instituto O’Higginiano de Santiago el Sr. Pedro Aguirre Charlín, creemos que se resolverá este problema, pues se estaba hablando de solamente entregar la mitad del predio, lo cual sería absurdo y limitaría la amplitud del proyecto.

Fuente Diario La Tribuna

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